Flufy era un extraterrestre. Era distinto a los demás, de color lila con los ojos muy grandes y era muy mandón. Este quería viajar a otro planeta porque estaba cansado de hacer siempre lo mismo.
El vivía en un planeta llamado: Marcianolandia, que era muy pequeño y era verde con manchas azules. Allí habitaban todos los marcianos exploradores.
Un día Flufy construyó una nave espacial bastante grande. Le puso de nombre "Espi" y servía para trasportar a extraterrestres a distintos planetas. Solo hacía falta darle al botón verde y funcionaba. Total, que un día Flufy decidió ir a Júpiter, se montó y... POOM! llegó.
Allí había una marciana muy guapa y se enamoraron. Esta se llamaba Fita, y era rosa con ojos grandes y muy moderna, y se conocieron.
- Hola Fita , dijo Flufy, ¿ qué tal estás?.
-Yo muy bien y tu? lo mismo.
Salieron juntos al parque... se dieron la mano y caminaron por el anillo de Júpiter.
Pero de repente... ¡ RAAASS!! el anillo empezó a dar vueltas sin parar.
-AAAA¡¡¡ Exclamaron a la vez.
Tenían mucho miedo.
¡Tranquila Fita, yo te salvaré!
Este se montó en su nave espacial agarró a Fita de la mano y la montó. ¡ Estaban salvados!
-Gracias Flufy, de recompensa te pediré que te quedes aquí conmigo en Júpiter.
- Lo siento pero no puedo, en mi planeta tengo a mi familia amigos... dijo Flufy un poco triste.
-¿Qué? ¿Me has rechazado? ¿Cómo te atreves? ¡A mi nadie me dice que no!
Él la bajó de su nave y exclamó:
-Lo siento pero aquí ha terminado tu viaje, esto solo ha sido un trenecito pasajero.
Y se fue de vuelta a su planeta. Allí siguió divirtiéndose y sin recordar a la marciana gruñona.
-! Qué bien me siento en mi planeta!
FIN
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